Contemplar por algunos minutos a la imponente Fontana de Trevi durante mi visita a Roma, ha sido desde luego una de las cosas más bonitas que me han sucedido en la vida. Y es que a opinión personal (y desde luego de otra mucha gente), la Fontana de Trevi es la fuente más hermosa de todas las fuentes que existen en el mundo entero.
Y con esta afirmación no es que esté desestimando a otras bellas y curiosas fuentes también famosas en el planeta, sino que a mi parecer, la Fuente de Trevi (Fontana di Trevi, en italiano) reúne numerosos adjetivos, pues es monumental, imponente, mágica, bella, histórica, etc. Es decir, sobresale de lejos de las demás… ¿Están de acuerdo conmigo? 🙂
Un poco de historia
La Fontana de Trevi, le debe su autoría a dos famosos arquitectos italianos, Nicola Salvi y Giuseppe Pannini. Siendo el primero de ellos quien empezó a construirla en 1732 y el segundo quien la terminó en 1762, debido al fallecimiento de su inicial creador.
Está maravillosa obra de arte, situada en pleno centro histórico (exactamente en la Plaza de las Tres vías), se halla colocada sobre la fachada del Palacio Poli y mide aproximadamente 20 metros de ancho por 26 metros de alto.
De puro estilo barroco, está conformada por las esculturas de la salud y la abundancia (situadas en los ventanales de sus columnas) y la escultura del dios Neptuno, de Pietro Bracci (ubicada en el centro de la fuente). Esta última escultura es la que más sobresale, pues podemos ver al dios del mar, dominante y de pie, sobre lo que sería un carruaje en forma de concha tirado por dos caballos guiados por dos tritones desde las profundidades del mar.
Además, en lo alto de su fachada se pueden apreciar a unos soldados romanos y al escudo de la fuente. Y por último, en la parte baja de la estructura, encontramos rocas sobrepuestas que aunque parecen reales son artificiales.
Por otro lado, y como dato histórico-cultural, podemos añadir que este impresionante monumento, fue el escenario principal de la famosa película de Fellini titulada “La Dolce Vita” rodada en 1960, en donde la desaparecida actriz sueca Anita Ekberg, aparecía en escena tomando un baño en la fuente, ataviada con un hermoso y sugerente vestido negro.
La leyenda de lanzar 3 monedas
Cuenta la leyenda que si lanzas tres monedas a la fuente…
1. Con la primera moneda, volverás a Roma.
2. Con la segunda moneda, conocerás el amor junto a un italiano o italiana.
3. Con la tercera moneda, te casarás con esa persona que conociste.
Al parecer esta leyenda nació como resultado de una película anterior a “La Dolce Vita”, que se tituló “Tres monedas en la fuente” y fue rodada en 1954. El film trata de unas chicas americanas quienes con ánimo de encontrar un amor en Roma, lanzan unas monedas a la Fontana de Trevi y al parecer la magia les da resultado.
El único detalle para que todo esto “se cumpla”, está en lanzar las monedas con la mano derecha a través del hombro izquierdo. Es decir, un reto para los más introvertidos y todo un espectáculo al aire libre, a vista y paciencia de la multitud que ahí se concentra. Yo me atreví… ¿y tú? 🙂
Lo más curioso de todo este “ritual” es que el ayuntamiento logra reunir mucho dinero al final del día. Desde luego proveniente de todas “las monedas de la suerte” arrojadas por los miles de turistas que visitan a diario la fuente. Se dice que al año se pueden recolectar aproximadamente 1 millón de euros o más, los cuales (con la esperanza de que sea cierto), son destinados a organizaciones benéficas en la ciudad de Roma.
Visita por la noche
A la Fontana de Trevi se recomienda también ser vista por la noche, pues en la noche luce muy diferente. Como ya sabemos durante el día se halla repleta por la multitud, en cambio durante la noche, además de hallarse más despejada, se ve radiante e iluminada, otorgándole así un ambiente sereno y romántico.
Texto y fotografía: Libia CV
