Dublín, la capital de Irlanda, es una ciudad con mucha personalidad y encanto, reflejados especialmente en torno a su ritmo de vida y a ese “aire de felicidad” que se respira entre sus pobladores.
Fundada por los vikingos a inicios de siglo IX, la capital irlandesa tuvo que atravesar un gran número de guerras y conflictos políticos a lo largo de su historia. Finalmente, y a buena hora, lograron obtener su independencia para convertirse en la ciudad que es actualmente. Una ciudad moderna y con propia personalidad, capaz de “enamorar” a cada uno de sus visitantes con sus diversas atracciones culturales y su desbordante alegría.
La ciudad se encuentra dominada por el río Liffey, el cual la divide geográficamente en dos partes: la zona del norte y la zona del sur. Marcando así ciertas particularidades y diferencias entre ambas márgenes, pero al final de cuentas se trata de un Dublín unido y sin divisiones de ningún tipo.
Atracciones recomendadas
- La Oficina General de Correos, localizado en un hermoso e histórico edificio de estilo georgiano. En su interior se puede encontrar una copia de la Proclamación de la República de Irlanda tras lograr su anhelada independencia del Reino Unido. Fue precisamente en este lugar en donde el acta fue leída. El edificio se levanta en la calle O’Connell, en pleno corazón de la ciudad.
- Temple Bar, el eje principal de la vida nocturna de esta ciudad. En este barrio encontrarás infinidad de bares y pubs en donde tomarte una legendaria Guinness. Si visitas Dublín no puedes perderte un paseo por estas estrechas y entrelazadas callejuelas, en donde además podrás ser testigo de distintas celebraciones en grupo como despedidas de solteras, cumpleaños, aniversarios, etc.
Por las noches esta zona se halla repleta de gente, así que se aconseja ir con tiempo para poder encontrar un sitio en alguno de estos comercios. El bar más concurrido es sin duda el Temple bar una taberna con música en vivo que se ha convertido en todo un símbolo de la ciudad.
- Trinity College, la universidad más antigua de Irlanda es una visita indispensable en Dublín. Fundada por la reina Elizabeth I en 1592. Lo que más destaca en el recinto es la Vieja Biblioteca y el Libro de Kells. Algunas celebridades como: Jonathan Swift, Oscar Wilde, Bram Stoker y las dos únicas presidentas mujeres en la historia de Irlanda como son: Mary Robinson y Mary McAleese, se formaron en esta prestigiosa casa de estudios. Este lugar siempre está lleno de turistas, así que se recomienda reservar la entrada con antelación por Internet, para así evitar largas colas.
- Castillo de Dublín, aunque no tiene exactamente la apariencia de un castillo, se recomienda su visita. El Castillo de Dublín es lugar que ha sido testigo de distintos hechos históricos durante la historia política y social de Irlanda. En la actualidad aquí funcionan las oficinas del gobierno y también es donde se llevan a cabo distintas actividades de estado.
- Guinness Storehouse, el lugar perfecto para los amantes del Guinness. La cerveza negra con más de 250 años de existencia. Su visita te otorgará una gran experiencia en torno a la fábrica de cerveza, sus inicios, su elaboración, sus ingredientes, etc.
Además, puedes terminar el tour degustando un vaso (o más) de esta particular cerveza en el último piso del recinto. El lugar en sí es muy interesante y muy recomendable, aunque la entrada no sea tan barata.
- La Catedral de San Patricio, la mayor iglesia de la Irlanda anglicana. Construida en 1192 en honor al patrón de Irlanda, San Patricio. En su interior podemos admirar “La Puerta del Capítulo”, la pila bautismal de la época medieval. Así como también, numerosos bustos y estatuas pertenecientes a personajes célebres de la historia irlandesa.
- Museo Nacional de Historia Natural, un sorprendente museo que expone más de 10,000 variedades de la fauna animal. Conocido también como “The death Zoo“, por la cantidad de animales disecados que contiene.
El lugar está dividido en dos plantas. En la primera planta se exhibe a la fauna irlandesa o local, entre ciervos, mamuts, hienas, etc. Y en la segunda planta, a animales de todo el mundo, entre ellos: osos, marsupiales, cebras, aves, entre muchos otros. La entrada al museo es gratuita.
- Little Museum de Dublín, situado muy cerca al popular parque de Stephen’s Green, el Pequeño Museo de Dublín, invita a conocer la historia de la ciudad durante el siglo XX.
En este museo, que es relativamente nuevo, pues funciona desde el año 2011, se pueden apreciar objetos, muebles, cuadros, fotografías y demás objetos producto de donaciones de los mismos pobladores de la ciudad.
También hay una ambiente dedicado exclusivamente al mítico e idolatrado grupo irlandés U2, el cual para cualquiera de sus fans en el mundo es todo un detalle que se agradece.
- O’Connell Street, es la calle más grande y famosa de toda Irlanda. Una calle histórica en donde se desencadenaron distintos sucesos de la historia de este país. A lo largo de la calle se pueden apreciar distintos comercios y edificios, así como algunas estatuas dedicadas a los héroes de la independencia de Irlanda entre ellos: Daniel O’Connell y Jim Larkin.
Además, en este sitio sobresale el “Monumento de la luz“, que no es otra cosa que una alargada y puntiaguda escultura de acero de 120 de altura, que fue inaugurada en el año 2003, según dicen para dar la bienvenida al nuevo milenio.
- Merrion Square, un barrio en donde destacan las construcciones georgianas. Estas pueden distinguirse por su elegancia y sencillez en sus exteriores. También, en esta zona se puede acceder a los jardines del “Central floral garden“, lugar en donde además de relajarse se puede apreciar una serena y colorida estatua del famoso escritor y poeta Oscar Wilde.
- Grafton Street, el lugar ideal para ir de compras. En esta transitada calle encontramos un sin número de tiendas de moda y comercios de distinta índole. Incluyendo al centro comercial Stephen’s Green.
Por otro lado, podemos apreciar el talento de los artistas callejeros que se alinean a través de la extensa calle para entretener al público con distintos shows artísticos y culturales. Y para cerrar con broche de oro, al final de la calle Grafton encontramos a la estatua de Molly Malone, toda una leyenda urbana en Irlanda.
- St Stephen’s Green, un parque amado por los dublineses. Un lugar para huir del bullicio y la aglomeración de la ciudad y relajarse en los jardines de este grandioso lugar. El sitio ideal para realizar un picnic en verano y/o para echarse una siesta después una intensa caminata por la ciudad.
Cómo llegar a Dublín
- La forma más rápida y cómoda de llegar a Dublín es a través de su grandioso y moderno aeropuerto internacional que se encuentra a las afueras de la ciudad. Desde el aeropuerto existen autobuses directos al centro de la ciudad y viceversa, tanto privados como: Aircoach o Airlink y públicos como: buses 16, 41 y 102.
Texto y fotografía: Libia CV
