Ámsterdam: NO APTA para personas conservadoras
Las personas que visitan Ámsterdam normalmente suelen hacerlo por dos razones. La primera, porque quieren hacer turismo y visitar las principales atracciones turísticas de la famosa “Ciudad de los Canales“y la segunda, porque quieren ir a divertirse y explorar todo lo que les ofrece el denominado “Red Light District” (Barrio rojo).
Bueno, quizá existen, también, otras razones por las que la gente decide ir a Ámsterdam, pero las dos que he escrito líneas arriba suelen ser las más comunes (y lo digo sin miedo a equivocarme).
En especial si nos centramos en la DIVERSIÓN. Y es que como mencioné en mi artículo sobre Ámsterdam, esta ciudad Europea está libre de prejuicios y tabús en cuanto a sexo y drogas se refiere. Es más lo tiene todo bien legalizado.
Ámsterdam fue el primer destino turístico que elegí en el año 2003, cuando empecé a recorrer Europa, y aunque honestamente me pareció un lugar hermoso y con bastante historia y encanto, tengo que confesar que me quedé muy sorprendida con las cosas que pude ver durante mi estadía.
Sin ir muy lejos, mis compañeros del hospedaje en el que estaba, se la pasaban todo el día fumando marihuana e inhalando no sé qué otras sustancias que salían de unas botellas transparentes de cuello alargado. Además, lo hacían en las zonas comunes, delante de los demás huéspedes y con toda la naturalidad del mundo.
Recuerdo claramente que mientras yo ya había vuelto de visitar algunos museos como el Rijksmuseum o La Casa de Ana Frank, mis compañeros del hostel aún seguían sentados en el patio del albergue, puestos hasta el cuello de alcohol y droga. Y así los vi durante los tres días que me quedé en esa ciudad.
A veces pensaba si esos jóvenes serían capaces de aprovechar favorablemente su estancia en esa ciudad para visitar algunos de los muchos museos, mercados, plazas, parques, canales y monumentos culturales que ésta tenía. Pero no fue así. En fin, había que entenderlos… volaban desde el Reino Unido, Irlanda, Francia o Alemania (sólo por mencionar algunos destinos), para aprovechar al máximo lo que en su país estaba legalmente prohibido. Así que literalmente no podían “perder el tiempo” culturizandose.
Y es que Ámsterdam es la ciudad de los excesos. Un lugar en donde todo (o casi todo) está permitido. La gente es muy abierta de mente, los homosexuales están incluidos en la sociedad de manera muy natural. Los jóvenes pueden fumar marihuana a cualquier hora del día, por algo existen los ‘coffee shops’ (en donde se sirve de todo menos café).
Además, la libertad sexual es un tema de lo más normal en esta ciudad. Existen tiendas dedicadas a la exaltación del sexo, los famosos “Sex shops” y el barrio rojo está al orden de día con “la prostitución en vitrinas“.
Lo más curioso es que todo esto sucede en pleno centro de la ciudad y no en algún lugar apartado, como en otros países del mundo. Pero obviamente es porque, como ya lo dije antes, “Holanda es el país de las libertades” y todo tiene respaldo legal, incluyendo temas tan delicados como el aborto y la eutanasia.
Así que si eres de aquellas personas tranquilas y sosegadas que van en buscan de viajes turísticos y placenteros, sin tener que pasar situaciones incómodas y bochornosas durante tu visita. Este lugar definitivamente no es para tí. Pues está ciudad es simplemente “NO APTA para personas conservadoras“.
Texto y fotografía: Libia CV