Bratislava en un día
Bratislava es la capital de Eslovaquia, una acogedora y antigua ciudad de aproximadamente medio millón de habitantes, situada a orillas del río Danubio a sólo 60 kilómetros de Viena.
Un poco de historia
Esta ciudad del centro de Europa, guarda mucha historia entre sus rincones. Y es que fue protagonista de diversos acontecimientos políticos, económicos, sociales e históricos propios de un país comunista que se vio siempre envuelto en revoluciones y guerras.
Fue recién, tras la caída del comunismo en 1993, que al disolverse Checoslovaquia (conformado para ese entonces por Chequia y Eslovaquia), Bratislava pasó a ser la capital de Eslovaquia y Praga la capital de la República Checa.
Esta es una de las razones por la cual al recorrer el centro histórico de la ciudad aún podemos apreciar a una ciudad vieja y medieval, pero que con el tiempo ha logrado recuperar su identidad y ha sacado provecho de sus encantadores edificios de origen gótico, barroco y renacentistas.
El centro de la ciudad está conformado por callejuelas estrechas que desembocan en plazas, en donde se pueden apreciar sus coloridas construcciones que van desde el color amarillo y rosa hasta el azul o verde pastel. Algo que llama mucho la atención en esta ciudad son las numerosas estatuas de metal que han sido colocadas de manera estratégica en distintas partes de plazas y calles, otorgando esa chispa de comicidad al lugar.
Entre las estatuas podemos encontrar a un paparazzi que intenta tomar una foto desde una esquina, a un trabajador que se asoma desde un alcantarillado, a un “Napoleón” apoyado en una de las bancas de la Plaza Mayor, entre otros.
Aunque Bratislava, aún no ha logrado encandilar del todo al turismo mundial, poco a poco va generando numerosas visitas. Sobretodo de aquellos viajeros que se hallan recorriendo las capitales vecinas de Budapest, Viena o Praga, y que movidos por la curiosidad hacen una parada en la capital de este pequeño país para poder descubrirla.
Entre los lugares que se pueden visitar estando en esta ciudad, podemos mencionar a
- La Iglesia Azul, una hermosa iglesia pintada de azul y blanco que refleja el Art Nouveau de Europa. Es decir el estilo moderno de la arquitectura sagrada.
- El Castillo de Bratislava, uno de los emblemas de la ciudad. Una fortaleza situada en lo alto de una colina. Sobresale por su forma cúbica y sus cuatro torres que la delimitan. Dentro de este castillo funciona el Museo Nacional de Eslovaquia.
- Monasterio de los Franciscanos, una antigua y céntrica iglesia en donde fue coronado Ferdinand I de los Habsburgo, en el año 1526.
- Puerta de San Miguel, situada en la concurrida calle Michalska. Una puerta-torre de la época medieval, en donde al día de hoy funciona un museo de armas y restos medievales.
- Mirador UFO, un mirador de estilo modernista desde donde se pueden admirar las mejores vistas panorámicas de la ciudad. Mide 85 metros de altura y en la parte alta del mirador hay un restaurante en donde se pueden degustar platillos típicos de la ciudad a precios bastante asequibles.
- La Plaza Hlavne Namestie, que viene a ser la Plaza Mayor del centro histórico de Bratislava. Esta plaza alberga al Ayuntamiento de la ciudad, el Banco de Hungría y algunas embajadas extranjeras, como la francesa o japonesa.
- El Palacio Grassalkovich, la residencia oficial del Presidente de Eslovaquia. Un grandioso palacio construido en 1760, que destaca por su arquitectura de estilo rococó y sus bellos jardines de estilo francés.
- Y entre los principales Museos, de los muchos que hay en esta ciudad, destacamos a: el Museo Arqueológico, el Museo de Ciencias Naturales, el Museo de la cultura judía, el Museo de la música, el Museo de la história de Bratislava, entre otros.
Gastronomía
Los platos típicos en este lugar son hechos a base de carnes y sustanciosas sopas. Los eslovacos consumen cerdo, aves, vaca, salchichas, faisán, entre otros. La bebida tradicional en este país es la cerveza y cuentan con distintas marcas de cerveza nacional a precios muy cómodos.
Cómo llegar
- A esta ciudad se puede llegar a través de buses, barcos y trenes. Bratislava también posee un aeropuerto de vuelos nacionales e internacionales, aunque un poco limitados. Otra de las formas de llegar es a través de Viena, pues desde la capital austriaca hay escasamente una hora en autobús y/o en tren.
Texto y fotografía: Libia CV