Brujas es una de las principales ciudades de Bélgica y uno de los destinos turísticos más visitados en Europa. La belleza de sus construcciones y su importante conservación medieval la han convertido en una ciudad de ensueño, digna de ser admirada por todo aquel que visita la región del Flandes Occidental.
Bélgica es un país pequeño pero muy diverso en culturas y territorios. Las distancias cortas facilitan el recorrido de los turistas que visitan este país. Brujas se sitúa muy cerca a Bruselas, la capital belga, exactamente a una hora de tren.
Esta pequeña y acogedora ciudad atrae a sus miles de visitantes debido a la popularidad de sus canales que recorren toda la ciudad. Y desde donde se pueden captar las más encantadoras vistas hacia los monumentos, edificios y construcciones medievales que conforman la ciudad.
El casco antiguo de Brujas ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde el año 2000, debido a ser el mejor conservado de toda Europa. Debido a sus románticos canales y puentes esta ciudad ha sido comparada con la italiana Venecia, “la Venecia del norte” es como la denominan algunos.
Recorriendo Brujas
Brujas se halla atravesada por el río Zwyn, desde donde se forman canales y puentes rodeados por colinas, molinos y una vasta vegetación.
Las calles del centro histórico de Brujas son muy pintorescas, como si de un lugar de cuento se tratara. Y las principales están acaparadas con comercios de ropa, telas, mercerías, dulces, chocolates y cervezas.
Los ciudadanos recorren la ciudad montados en bicicletas, pues Brujas es ideal para este medio de transporte. Las actividades que ofrece Brujas al turismo son en su mayoría relajados y románticos. Y van desde un paseo en bote o lancha a una caminata por el centro histórico o un paseo en carruaje tirado por caballos.
Principales atracciones
- La plaza Grote Markt, la Plaza Mayor, es el centro neurálgico de la ciudad. Está rodeada de impresionantes fachadas góticas pintadas en distintos colores, las cuales datan de entre los siglos XII a XVII. Una verdadera maravilla artística a vista de todos.
- El edificio del Halle, uno de los más antiguos e históricos de la ciudad. Construido en el año 1248. Este edificio, que se encuentra dentro de la Plaza Grote Markt, fue ocupado anteriormente por un famoso mercado internacional de telas. Recalcando que alrededor del siglo XV, Brujas fue el centro principal de las actividades comerciales textiles del Norte de Europa.
Su campanario o Atalaya impresiona con su enorme torre de 83 metros de altura, a la cual se puede acceder a través de 366 escalones de una estrecha escalera. Desde luego no apta para acrofóbicos, aunque las vistas de la ciudad desde la torre no tienen precio. Su famoso carillón está compuesto por 47 campanas, las cuales en total pesan unas 27 toneladas.
- El resto de la Plaza Grote Markt, reúne edificios gremiales que en su época próspera cumplieron distintas funciones como depósitos de mercancías, lugares de reuniones civiles, mercados, entre otros.
Alrededor de la plaza encontramos, también, numerosos restaurantes y cervecerías, en donde se pueden degustar algunos de los platillos y bebidas típicas de la región. Como el pollo y las carnes elaboradas a base de cerveza, las patatas fritas cubiertas de mayonesa o mostaza y las cervezas belgas artesanales que son el consumo más solicitado por el turismo.
- La Plaza de Burg. En donde se ubica el Ayuntamiento de la ciudad. cuya impresionante fachada, sus torres de gótico flamenco y sus techos de color rojo, atraen toda la atención de los turistas, quienes quedan rendidos ante dicha pieza arquitectónica.
Este edificio de finales del siglo XIV merece la pena ser visitado por dentro, en especial el Salón de Plenos, cuyas pinturas murales reflejan la prosperidad económica de Brujas durante ese siglo.
En esta pequeña plaza se encuentra también la Basílica de la Santa Sangre. Una hermosa construcción gótica del siglo XII, en cuya puerta principal se hallan unos leones que parecen cargan los escudos de la ciudad.
Asimismo, llaman la atención las estatuillas de caballeros de bronce prendidos en las paredes, pues a lo lejos se confunden con oro puro. Esta basílica que está dividida en dos capillas, dice poseer en una de ellas, la reliquia de la Sangre seca de Cristo traída desde Tierra Santa.
- Además, en nuestro paso por Brujas podemos visitar la Iglesia de Nuestra señora, una iglesia del siglo XIII que destaca por su enorme torre, que con 122 metros de altura, se convierte en la más alta de la ciudad.
- Del mismo modo, si queremos empaparnos aún más con la historia y cultura de Brujas, podemos visitar algunos de sus museos. Siendo los más recomendados el Museo Groeninge, el cual recoge las obras maestras de la pintura flamenca, destacando los cuadros de Jan Van Eyck, Hugo van der Goes, Hans Memling y Gerard David. Y el Museo Gruuthuse, con su colección sobre el arte de la decoración y algunas piezas arqueológicas de lo que fuera la cultura flamenca desde el pasado hasta nuestros días.
Cómo llegar a Brujas
- Para llegar a Brujas hay que hacerlo a través de Bruselas y su aeropuerto internacional. Ya estando en Bruselas, se puede tomar un tren directo a Brujas, que dura aproximadamente una hora de trayecto.
Al llegar a la estación de trenes de Brujas, puedes caminar entre 15 a 20 minutos hacia el centro de la ciudad o bien tomar un autobús urbano que te llevará hasta el centro histórico.
Bélgica es un país pequeño y las distancias entre ciudades suelen ser relativamente cortas.
Texto y fotografía: Libia CV
Anónimo
Preciosa ciudad que hay que ver absolutamente si vas a Bélgica. Bonitas fotos también.
Saludos.
D
Libia CV
Si Bélgica tiene lo suyo. Gracias!