Consejos para ahorrar en comida durante un viaje
Creo que a la mayoría de viajeros nos gusta AHORRAR, lo más que podamos, durante nuestros viajes. Pues, aunque nos apasione mucho viajar y salir a conocer mundo, a nadie le gusta la idea de sobrepasar su presupuesto y quedarse sin dinero… ¿cierto?
Es por eso, que en esta ocasión, te traigo 6 consejos para ahorrar dinero en COMIDA durante un viaje. Ya verás como poniendo en práctica estos sencillos consejos, notarás enseguida la diferencia en tu economía.
1. Cocinate tu mismo. Si te hospedas en un albergue juvenil o youth hostel, lo más seguro es que éste tenga cocina. La mayoría de albergues hoy en día cuentan con una cocina de uso común en donde los huéspedes pueden cocinar (valga la redundancia), hacerse un sándwich o quizás sólo prepararse una bebida caliente. La mayoría de cocinas están equipadas con los elementos básicos que éstas requieren. Cocina, nevera, microondas, ollas, vajilla y cubiertos. Obviamente deberás comprar tus propios alimentos para prepararte tu comida, ya sea en un mercadito o en un supermercado local.
Además, para “beneficio” de muchos viajeros, muchas veces hay gente que después de cocinar y marcharse del hostal deja alguna botella de aceite, un paquete de sal o azúcar destinado para el uso común. Aunque no lo parezca, de esta forma también estaremos ahorrando significativamente pues no tendrás que comprar todo nuevo. Igualmente, si después de cocinar te sobra algo a tí, podrás guardarlo en la nevera o en un estante de la cocina para volver a usarlo en otra ocasión, o para compartirlo con otros a la hora de marcharte. Eso sí, nunca olvides ponerle tu nombre a tu comida para que todos sepan que te pertenece.
2. Comer en los locales de comida rápida. Es quizás la elección más común entre los viajeros de todo el mundo. ¿La razón?, es la más rápida y la más barata. ¿Pero acaso las patatas fritas, las alitas doradas, las hamburguesas, las pizzas o los kebabs son la mejor opción para una dieta sana, cero grasas y rica en proteínas?. Desde luego que no, todo lo contrario. Por eso es mejor evitar, en lo posible, estas comidas grasosas, pues por más baratas que sean, son perjudiciales para nuestra salud. Pero podemos cambiarlas por alguna opción de comida sana.
Que estemos de vacaciones no quiere decir que vayamos a descuidar nuestra salud. En todo caso podemos optar por una opción parecida, pero desde luego mucho más sana, como la de los sándwiches o los bocadillos. Lo ideal sería que puedas comprar los ingredientes en un supermercado y hacertelos tu mismo, aunque por ahorrar tiempo también es aceptable que quieras comprarlos ya hechos. Eso sí vigila los excesos de mayonesa, kétchup y demás condimentos. La mayoría de bocadillos y sándwiches, además del pan (que puede ser integral o de semillas), están preparados con jamón dulce, pollo, queso, atún, o huevo, siempre acompañados con lechuga, cebollas, pepinos y tomate. Es decir, con ingredientes saludables que afortunadamente pueden reemplazar perfectamente a una de tus principales comidas.
3. Desayuno incluido. Hay hoteles y albergues que tienen el desayuno incluido en el precio de la reserva. Es algo que se agradece y se puede aprovechar para ahorrar dinero. Eso sí, dependiendo de la demanda y las reglas del hostel, tienes que levantarte temprano para no quedarte sin desayuno gratis, pues algunos empiezan a servir desde las 7 de la mañana y cierran a las 9. Otros, buenamente, se alargan hasta las 10.
4. El buffet libre. Es otra de las opciones ideales para los viajeros. En las grandes ciudades existen diversos buffet de comida china, japonesa, italiana, vegetariana, etc. En esta modalidad se paga un precio por persona y, en algunos, hasta se puede repetir tanto en comida como en bebida cuántas veces se quiera (o puedas). Los precios de los buffets son bastantes asequibles aunque no del todo baratos, por eso se recomienda no comer buffet todos los días sino más bien ir alternando con otras opciones ya mencionadas.
5. Comida local. Si eres de las personas que les gusta probar la comida típica de una ciudad o país, no dejes de hacerlo solo por ahorrar dinero. Eso sí, busca siempre restaurantes o bares locales, que se encuentren en lugares alejados de las zonas turísticas, de lo contrario el capricho te puede salir muy caro. Siempre habrán mercados o establecimientos en donde se pueda encontrar comida “callejera”, típica del lugar, rica, barata y bien preparada. Sólo hay que saber buscar y/o informarse preguntando a los lugareños.
6. Las bebidas. En cuanto a líquidos, no está de más recordarles que el agua es el mejor aliado para nuestro cuerpo en cualquier momento de nuestra vida. Hay países en los que se puede beber agua directamente desde el grifo. Cómo por ejemplo en España, Polonia, Grecia, Inglaterra, etc. Sin embargo en otros como Turquía, México, Perú, China, etc. hay que hervirla o comprarla en botellas para evitar enfermedades estomacales. Lo importante al final del día, es mantenernos hidratados durante nuestros viajes.
Texto y fotografía: Libia CV