Cuando visité Cracovia en el verano del 2015, me aseguré de exprimir al máximo esta encantadora ciudad. Y visitar las Minas de Wieliczka fue una de las excursiones más esperadas de mi itinerario por tierras polacas.
Situadas a sólo 14 kilómetros de la ciudad de Cracovia, en la localidad del mismo nombre. Las minas de Wieliczka están catalogadas como las minas de sal más famosas del mundo, debido a su antigüedad y explotación interrumpida a través de varios siglos.
Además, son conocidas también, como “La Catedral subterránea de sal en Polonia”, debido a los 327 metros de profundidad y más de 300 kilómetros de longitud que posee.
Sin embargo, su recorrido turístico sólo cubre 3,5 kilómetros de extensión. Para iniciar la visita hay que descender a las minas a través de 350 escalones de madera, que para muchos pueden ser bastante agotadores, pues parece que faltara el aire.
Por otro lado, las visitas guiadas se realizan en grupos de entre 30 y 35 personas. Y hay guías disponibles en varios idiomas.
Durante la visita guiada (que puede tardar hasta 3 horas), se pueden apreciar 22 cámaras o habitaciones, lagos subterráneos y numerosas esculturas de sal de reconocidos personajes como: Nicolás Copérnico, Jesucristo, La virgen María y San José, Juan Pablo II, Casimiro III de Polonia y hasta los Enanos de Blanca Nieves. También encontramos herramientas y objetos antiguos que fueron empleados por los mineros de este lugar.
La cámara que más llama la atención dentro de las minas es “La Capilla de St Kinga”. Un grandioso salón de 54 metros de longitud, decorado por candelabros, arañas, cuadros y más esculturas de sal. De donde destaca el monumento en roca de sal, en honor al Papa Juan Pablo II, creado en el año 2002.
Wieliczka es una de las minas de sal activa más antigua del mundo, pues lleva funcionando desde el siglo XIII. Y debido a su popularidad y conservación, fueron declaradas como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1978. En la actualidad es visitada por más de 1 millón de turistas cada año.
Para llegar hasta las minas se puede hacer o por cuenta propia, a través de transporte público, bus 304 y/o en tren. O por medio de un tour organizado que puedes contratar fácilmente ya sea desde tu hospedaje o desde algún punto turístico situado en la Plaza Principal del Mercado.
Personalmente creo que el tour organizado es lo más recomendado para la visita, puesto que es el más cómodo. Te recogen de tu hospedaje, te llevan a las minas, te esperan y te regresan de vuelta a tu destino (sin contar el servicio de guía incluido). Además, no cuesta mucho, sobretodo si sabes escoger la oferta más indicada.
Texto y fotografía: Libia CV