Las tarjetas de felicitaciones: una costumbre muy británica
El envío de tarjetas de felicitaciones (o postales como se les conoce en España), es una costumbre muy arraigada en el Reino Unido. Es decir, una actividad bastante común y tradicional entre los británicos.
En Inglaterra, la gente siempre tendrá algún motivo, razón y/o circunstancia, para adquirir estas tarjetas y dárselas, personalmente, o enviarlas, vía correo tradicional, a sus familiares y amigos.
Es por eso que en este país, existen un gran número de tiendas especializadas en la venta de “Greeting Cards“. Además, se pueden encontrar tarjetas de felicitaciones, expuestas (y a la mano), en cualquier estantería de los grandes almacenes, supermercados, gasolineras, tiendas de barrio, etc.
Un poco de historia
Se dice que fue en 1843, cuando el inventor y diseñador inglés, Sir Henry Cole, encargó a su amigo el artista J.C. Horsley, redactar las primeras tarjetas de felicitación con motivo navideño.
Al parecer, se imprimieron 1.000 ejemplares, de los cuales algunos fueron repartidos entre sus amistades y los restantes comercializados con fines solidarios.
Sería a partir de este momento, que se daría inicio a esta peculiar “costumbre tarjetera” en Inglaterra, para luego extenderse a EE.UU y posteriormente al resto del mundo.
Obviamente, en la actualidad no solo se envían tarjetas durante la época navideña, sino que también en distintas fechas del año.
Motivos
En este país se reparten tarjetas, ya sea por celebraciones universales como: los cumpleaños, las bodas, los bautizos, el día de la madre, el día del padre, San Valentín, la Navidad, el Año Nuevo, etc. O por otras menos convencionales como: el nacimiento de un bebé, los aniversarios de bodas, los compromisos, el cambiarse de casa, el empezar un nuevo trabajo, el aprobar el examen de conducir, las graduaciones, el estar enfermo, la jubilación, la pérdida de un ser querido, la semana santa, etc.
En sí, la lista de motivos puede resultar larga, pero estos suelen ser las más comunes.
Sin embargo, hay unas que se envían muy a menudo… y las cuales, personalmente, me causan mucha gracia. Me refiero a las tarjetas de agradecimiento.
¿Cómo así?… por ejemplo: si tuviste un bebé y alguien te envía un regalo por esa ocasión tan especial, tú debes enviarle una tarjeta a esa persona para agradecerle el regalo que te hizo. ¿Las razones? … pues además que queda muy “polite” o educado, así manda la costumbre inglesa.
Lo interesante (y a veces estresante) viene cuando tienes que enviarle tarjetas de agradecimiento a todas las personas que te dieron regalos por tu recién nacido. Pues suponiendo que fueron 10, o en el mejor de los casos 15, ya te imaginarás el trabajito que te queda por delante.
Y lo más gracioso aún (si cabe la posibilidad), es cuando alguna de esas personas te vuelve a enviar nuevamente otra tarjeta solo para responderte que “de nada”, o que “es un placer”, o que “gracias a ti”, etc.
A que es un poco raro ¿verdad?… sí que lo es, pero para los ingleses todo lo raro pasa como normal… ¡créanme! … y si no me creen vayan al siguiente post en donde explico algunas de sus muchas otras “curiosidades”.
Tengo que confesar, que después de vivir casi una década en este país, también me he convertido en una de esas personas “tarjeteras”, de esas que no se libra de comprarlas y repartirlas. Debe ser porque resulta un poco difícil ignorar este hábito.
Significado
A pesar de que en otros países del mundo, la costumbre de enviar tarjetas vía correo tradicional ya es parte del pasado. En el Reino Unido ni la modernidad del Internet, con sus aplicaciones móviles y sus Redes Sociales, han podido acabar con las tarjetas de papel. Por el contrario, su uso se ha incrementado significativamente en los últimos años.
Para los británicos este tipo de tarjetas son toda una muestra de amor, amistad y cariño. Y me atrevería a decir que para ellos incluso tienen más valor que un regalo.
Pues por ejemplo, si has sido invitado a un cumpleaños, quizá puedas asistir sin llevar un regalo, pero eso sí, que nunca se te olvide de llevar tu respectiva tarjeta, expresando tus buenos deseos hacia el agasajado.
Aparentemente, las “Greeting Cards” tienen un valor emocional en las personas, pues las hace sentir queridas, consideradas y sobretodo recordadas.
Y no es para menos, pues quien envía una tarjeta convencional, se ha tomado el trabajo de ir a comprarla, para luego escribir un mensaje con puño y letra. Algo que un simple mensaje de texto o un frío “whatsapp” nunca podrán superar.
Las tarjetas navideñas
Es decir, “la especialidad de la casa”. Ya que el masivo envío de tarjetas durante este periodo festivo es incomparable al resto del año.
Según datos oficiales de la oficina de correos de Reino Unido, son aproximadamente 900 millones de tarjetas de felicitaciones las que se envían cada año en Navidad. Es decir, aproximadamente 16 por persona.
El trabajo del”Royal Mail”, es arrollador durante estas fiestas, tanto así que siempre se ven obligados a contratar personal extra. De otra forma las tarjetas navideñas nunca llegarían a su destino a tiempo, pues resultaría imposible cumplir con tan grandiosa demanda.
Texto y fotografía: Libia CV
Scarlet Ohara
Me enviaste una tarjeta de navidad hace unos años. Llegó en enero. Aun lo recuerdo y la guardo con mucho cariño.
Libia Caceda
Que bonito que guardes mi tarjeta querida Gloria. Un abrazote y gracias x pasarte por mi blog! 🙂
Andrea
Desde que vivo en Inglaterra también me he vuelto muy “tarjetera” lo que me ha hecho recordar que aún no he enviado las postales de Navidad ?