Los burros de Santorini
La isla cíclada de Santorini se sitúa sobre unos enormes acantilados que alcanzan aproximadamente los 300 metros de altura. Así que para acceder a ella hay que hacerlo ya sea a través de transporte público, teleférico, caminando o en burro.
La utilización de los burros, es el tema principal de este artículo, pero antes que nada empezaré esclareciendo en qué puntos de la isla se utilizan estos distintos medios de transporte.
El Puerto Athinios o Puerto Nuevo. Desde este lugar, la única forma de subir al pueblo es a través del autobús local que te lleva al centro de Fira (la capital de Santorini) y que cuesta aproximadamente unos 2 euros por trayecto. Obviamente también se pueden utilizar los vehículos privados como: taxis, turismos, mini vans, entre otros.
El Puerto de Fira o Puerto Viejo. Desde aquí no se puede ascender ni descender en transporte público. Pero existen tres opciones de transporte:
- La primera, es a través de un cómodo y rápido teleférico (cable car). El cual por 5 euros, te sube o baja desde la montaña en pocos minutos.
- La segunda, es utilizando un burro. Desde luego una “peculiar” forma de transporte impuesta al turismo para acceder a los empinados poblados que se encuentran en lo alto de los acantilados. Los precios para montarse sobre el lomo de estas mulas es, también, de 5 euros por trayecto. Es decir, 10 euros ida y vuelta.
- La tercera, es caminando. Una opción para los más valientes, pues además de subir y/o bajar aproximadamente 600 escalones de vértigo, se trata de un recorrido bastante agotador que puede tardar hasta 30 minutos por trayecto. Sin embargo, estamos hablando de un ejercicio muy saludable para el corazón y cuerpo en general. Y obviamente el más adecuado para aquellos que están buscando perder algunos kilitos de más.
El Puerto de Oia. Desde el puerto de este pequeño y encantador poblado, sólo existe dos opciones, subir y/o bajar ya sea caminando y/o montado sobre un burro.
El burro como transporte
Los burros en Santorini han pasado de ser animales de carga a medios de transporte. Se dice que montar un pollino por estos lares, para ir de un lado a otro, no es ninguna novedad. Por el contrario, es una vieja tradición que se viene practicando desde hace cientos de años.
Sin embargo, en la actualidad, la demanda de estos animales se ha incrementado notablemente debido al gran número de turistas en esta famosa isla.
Es más, los “burros transportistas” se han convertido en todo un símbolo de Santorini. Su imagen la hallamos grabada en todo tipo artículos. Desde monumentos y retratos, en plazas y comercios, hasta souvenirs para el turismo como: camisetas, tazas, bolsas, gorros, toallas, postales, llaveros, etc.
¿Es el burro un transporte cómodo y seguro?
Si bien el burro cumple con su función de medio de transporte, al parecer montarse sobre uno de éstos no es del todo cómodo y seguro.
Personalmente no puedo explicarles mi experiencia, pues nunca me monté en uno de ellos. Yo hice los recorridos a pie y francamente no es tan duro como parece. Sólo hay que llevar la ropa, calzado y accesorios apropiados para soportar el calor. Suficiente agua para hidratarse y parar de vez en cuando para descansar por el camino. Como ven, nada imposible que no se pueda hacer.
Pero para hacerse una idea, los burros tienen que desplazarse por un camino elevado, angosto y de vértigo. Y lo harán dirigido por una sola persona, el encargado de cuidar estos animales, quien muchas veces se coloca por delante del grupo, sin garantizar ningún tipo de cuidado personalizado a los pasajeros. Ni siquiera a los que van en frente del grupo, así que imaginate si eres el último de la fila…
Es más, muchas veces estos animales suben y bajan sin que nadie les dirija, pues ya conocen de memoria su recorrido (al parecer no son tan burros como muchos piensan… ¿verdad?).
Por otro lado, se dice que estas mulas pueden acelerarse y ponerse muy “inquietas“, especialmente si la persona que los monta tiene sobrepeso. Así que hay que tener mucho cuidado con este tema, especialmente si no queremos terminar en el suelo (o montaña abajo) por algún revolcón del animal.
En fin, todo esto explica las caras de “terror” y arrepentimiento que se les pone a algunas personas al llegar a la cima (y puedo dar fe de ello), pues buscan desesperadamente bajarse de las mulas.
Controversia
Sin embargo, y pese a la arraigada utilización de los burros como medio de transporte en Santorini, en la última década algunos grupos protectores de animales en Grecia como: Sawa o The Donkey Sanctuary, han hecho un llamado al turismo de este país, para dejar de utilizar a estos animales con ese fin.
La controversia surge debido al gran número de cruceros (y por lo tanto miles de personas), que llegan a diario hasta esta isla y a quienes los burros tienen que transportar de arriba a abajo sin descanso alguno.
Se dice que son cerca de 400 burros los designados a trabajar cada día como “Donkey taxis“. Teniendo en cuenta que este servicio funciona desde las 9 de la mañana y termina al atardecer (“atardecer de verano”, valga la aclaración, pues durante el periodo estival el sol suele ocultarse pasadas las 8 de la noche).
Asimismo, y como ya lo mencioné antes, existen pasajeros obesos y con sobrepeso. Algunos, incluso llegan a pesar más que el propio burro. Algo que supone un completo martirio para el animal quien en estos casos hasta podría resultar herido.
Sin olvidar el calor que sufren estos animales yendo de un lado a otro, bajo un sol abrasador, sin suficiente sombra y agua de por medio.
Además, la preocupación surge también debido a la falta de control y atención veterinaria hacia estos animales. Algunos burros están enfermos y/o muy viejos y por lo tanto no aptos para realizar este tipo de faenas.
Y aunque a simple vista estos animalitos puedan parecernos medianamente “cuidados y alimentados”, son muchas las personas que encuentran esta práctica como un abuso y maltrato animal, por lo ya mencionado anteriormente. Sin embargo, hay otras que lo ven como algo muy normal, tradicional y típico del lugar.
(Más información sobre Turismo responsable con los animales, en el siguiente link).
Opinión personal
Como ya lo dije antes, jamás utilicé un burro durante mi estancia en Santorini, por las siguientes razones:
Primero, por la pena que sentía al ver (e imaginar) a estos animales haciendo el mismo trabajo durante tantas horas al día. Eran muchas las personas que se montaban sobre ellos y eso me causaba tristeza. Pues lo primero que se me venía a la mente era pensar en “pobres burritos… con tanto vago que tienen que subir y bajar todo el día”. Aparte que, si hay algo que amo hacer durante mis vacaciones es caminar y ejercitar (mientras se pueda claro está), pues creo que es la opción más saludable que existe.
Segundo, nada más mirar a los burros subiendo tantos escalones cuesta arriba me generaba mucha inseguridad. Un miedo terrible a caerme del animal y desaparecer en el fondo del barranco. Así que siempre preferí subir y bajar a pie.
Tercero, otra de las cosas que no me gustaron fueron los dueños de los burros. Pues te ofrecían el servicio insistentemente y si les decía que NO, te miraban con tan mala cara y se giraban bruscamente… llevándose a gritos al pobre animal.
Sin mencionar la forma en que nos abordaban en la mitad del camino hacia la cima, ni siquiera anunciaban su presencia con las campanas especiales que llevan, parecían tener toda la intención de atropellarnos con los burros… o por lo menos darnos un buen susto.
Obviamente no les hacía gracia y les enfadaba que no tomáramos el “burro taxi“, pues eran cinco euros menos (por persona), para ellos. Y francamente algo que me dio mucho gusto ver es que fue que fuimos varias las personas que decidimos subir caminando, por la misma razón, la pena que sentíamos hacia el trabajo de estos simpáticos animalitos.
Cuarto, y último, lo más cruel que pude ver, y que quizá me motivó a escribir este artículo, fueron los latigazos que algunos dueños les daban a los burros “más tercos” por así decirlo, porque no querían moverse u obedecer a sus órdenes (lo más probable era porque estaban agotados). Algo que desde luego me parece cruel, un abuso, un maltrato que no tiene justificación alguna.
Así que, si en un futuro visitas la hermosa isla de Santorini, ya sabes que transporte puedes y debes tomar. Piensa en estos animales, de ti depende que se les respete como se lo merecen y paren de sufrir.
Las opciones están dadas, la decisión es sólo tuya.
Texto y fotografía: Libia CV
IVIS CUNI
hola libia. me encanta lo que haces . disfruto muchisimo viajar a cualquier lugar del mundo.
yo soy Ivis, vivo y trabajo en miami , estados unidos. me encantaria compartir un viaje contigo ya que hablamos la misma lengua. soy cubana y llevo ya tiempo viviendo en estados unidos. no tengo nada que me ate a no poder viajar. Solo organizarce. reunir el dinero y ya esta, a hacer la aventura. ahi tienes mi correo. cuando quieras hacer un viaje y quieras compartir , aqui estoy. conoci tu blog pues ahora en julio voy a grecia e istambul. bueno nada que estes bien y muchos exitos con tus viajes.
Libia Caceda
Hola Ivis! muchas gracias por pasarte por mi blog y por las palabras!!!
Avísame por favor cuando vengas por Inglaterra, Cambridge o Londres quizás. Ojala coincidamos algun dia claro que si. O en Miami nadie sabe jeje. Un abrazote y disfruta de la bella Grecia y Turquía!